viernes, 19 de septiembre de 2008

Las puertas retumban, igual que las voces, en tanto vacío.
Incluso el sueño perturba el silencio que, tan hueco y presente, se prepara para un cambio de pesadillas, de sonidos perturbadores.
Con las maletas por hacer y los muertos por zanjar, voy olvidando qué decir, cómo hacerlo y si puedo.

2 comentarios:

Linure dijo...

Bueno compai, parece que lo nuestro va de silencios.

Alquimista Rojo dijo...

Y de fantasmas, que lejos y atrás, vigilan.